
Cuando vayamos a la playa recogemos en un tarro arena, sin más, y después cada vez que deseemos hacer una exfoliación profunda de la piel del cuerpo y el cutis, llevamos una pequeña cantidad de arena en un tanque o similar, seca, con nosotros a la bañera. Con una cucharilla suele bastar.
A continuación se puede optar por mezclar antes de meternos bajo el chorro de la ducha el gel que vayamos a utilizar con la arena apartada, o bien como yo hago: voy vertiendo un poco de arena sobre el gel que he depositado en la mano previamente.
Debe tenerse cuidado de no frotar con fuerza en la zona del escote, por ser una zona con piel delicada.
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