Si te sientes tensa y tus músculos están engarrotados, dedícate veinte minutos tomando un baño espumoso de aceites esenciales a base de melisa y tilo: relajará tus articulaciones y conciliarás fácil el sueño.
Congestión por calor
¿Notas que tu cara está congestionada debido al calor? Relaja los rasgos de tu rostro y refresca la dermis aplicando sobre la cara, una toalla empapada de agua muy fría. Deja que descanse sobre la piel del rostro y notarás inmediatamente el frescor que lo inunda.
Sin acné
Para el acné juvenil rebelde hay una receta casera muy eficaz: pon a macerar, en un litro de vinagre de sidra, tres puñados de salvia. Agita el frasco todos los días durante una semana. Transcurrido ese tiempo, filtra y aplica con un algodón sobre los granos dos veces al día (mañana y noche) después de limpiar bien el rostro. Si eres constante, acabarás con el acné.
Patas de gallo
Son difíciles de borrar definitivamente del rostro. Pero si están bien hidratadas, suelen notarse muchísimo menos. Así que, para disimularlas conviene mantenerlas bien hidratadas con una crema de contorno de ojos y, al maquillarse, hay que evitar los polvos ya que tienden a cuartearse.
Perfuma tu cabello
Para que tu perfume deje rastro allá donde pases, aplícate un poco en las manos y frótate ligeramente las puntas del pelo con él. Cada vez que muevas la cabeza (cosa que hacemos muchas veces) quedará en el camino la fragancia que desprendes. Procura, eso sí, no utilizar un perfume demasiado empalagoso.
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